E l primer capítulo del libro “Crisis: Como reaccionan los países en los momentos decisivos”, el premio Purlitzer Jared Diamond se lo dedica a la crisis personal, a sus enseñanzas, a su manejo y a la capacidad que de alguna manera tenemos los seres humanos, cuando se maneja bien, de salir de esta fortalecidos.
Esta capacidad del ser humano de salir con fuerza y renovado de la crisis, lo explica, según Diamond, el carácter chino ”wei-ji” que traduce “crisis”, compuesto por “wei” que significa peligro, y por el carácter “ji” que significa “, punto crítico, oportunidad”.
Y es que cuando se decanta la emocionalidad inicial que inexorablemente viene con cada crisis, que implica necesariamente hacer el duelo respectivo porque, en general, llega con pérdidas de diversa índole que sin duda duelen, las crisis abren ventanas de oportunidad que plantean perspectivas de cambio nuevas, diferentes y, para ser franco, algunas veces renovadoras.
La crisis no ha pasado, y por lo tanto en momentos en donde la pandemia apenas desnuda con su crueldad algunas de las secuelas que dejará, es todavía precipitado plantear decisiones definitivas y calibrar las consecuencias finales a las que nos veremos abocados, pero tampoco estamos como hace meses en donde era imposible calibrar su dimensión y, por lo tanto, difícil establecer el tamaño del impacto.
Ya hay consecuencias, desafortunadamente graves, y ya hay elementos de diagnóstico suficientes para determinar, con algo de perspectiva, que de cara al futuro hay ciertos ajustes, que, aunque dolorosos, van a tener que asumirse como permanentes de cara a un futuro que se plantea, al menos,diferente.
Al margen de la dimensión del daño, y bien difícil que haya alguien que no lo haya sufrido en alguna proporción, lo interesante de la reflexión Diamond, es que como en casi todo en la vida, salir del problema tiene método. Al margen que nos sintamos, generalmente por experiencias previas, capaces de salir de esta nueva crisis por habilidades construidas, hay ciertos pasos que, aunque parezcan intuitivos, ayudan, una vez aplicados, mucho de cara a su manejo. Algunas claves de esta terapia “Diamondina”:
Las crisis pesan, pero son pasajeras. Como decía Churchill: “no deje perder una buena crisis”