E sta semana les propongo hacar un repaso de aquellos elementos que son fundamentales en nuestro proceso de #empleabilidad.
Cuando hago Coaching de #empleo, encuentro que, en general,la gente lo hace desde una bien intencionada intuición, pero encuentra en el camino una gran cantidad de obstáculos que hacen de su ejercicio frustrante e ineficaz abortando en muchas casos el proceso en etapas tempranas, retomándolo en desorden meses después, y lo peor: creando dudas sobre su capacidad de hacerlo bajo tensión emocional alta que muchas veces los atrapa , les quita confianza y da al traste con sus ambiciones profesionales.
Conseguir empleo es un proceso, implica disciplina, requiere de constancia y acompañamiento, y tiene siempre, incluso para aquellos a los que los acompaña la suerte, una serie de pasos que no se deben obviar.
Esta semana les proponto repasarlos:
Primer Paso: Haga un Assessment profundo y referenciado
La primera etapa para entender qué vamos a ofrecer, es conocer a profundidad lo que somos, lo que estamos en capacidad de aportar, lo que nos hace fuertes, lo que no, aquello que nos traiciona o nos descarrila, y en general, aquello que, dada nuestra experiencia, estamos en capacidad de solucionarle, así sea temporalmente, a una empresa que necesita ese talento específico.
Todos sabemos cual ha sido nuestra experiencia en el mercado laboral. y cuales han sido aquellos logros que podemos resaltar del pasado, y que podriamos entonces replicar en el futuro en situaciones similares. Generalmente esto, acompaña parte importante de nuestra biografía laboral y de nuestro brochure de marketing personal que es nuestro Curriculum. Pero sabemos a consciencia cómo lo hicimos?, con quien?, cual era el contexto?, de qué equipo nos valimos?. Y si lo sabemos lo contamos?.
Por eso el proceso de assessment o valoración gerencial, ese que desnuda nuestras capacidades y nos hace conscientes de nuestros talentos y nuestras debilidades, es un proceso previo a nuestra arranque que es absolutamente indispensable.
Hay muchas formas de hacerlo, la más expedita acompañándose de un profesional que, apoyado en herramientas, nos facilite el proceso y nos ayude a ponerlo en blanco y negro, pero no siempre es necesario.
Una de las formas más sencillas, incluso para los profesionales que los acompañen, es acudir al mercado, a personas que hayan trabajado con ustedes, y tener una conversación guiada, profunda y encaminada a revisar nuestras competencias, para de esta manera tener elementos que complementen nuestra idea de nosotros mismos.
Una valoración gerencial bien hecha no se detiene en la pregunta obvia sobre la opinión que ese individuo tiene de nosotros. Planteada así, entre otras, generalmente deja poco material de análisis, se queda en lo políticamente correcto, y no construye. Al interlocutor hay que guiarlo con preguntas intencionadas a validar el nivel de desarrollo de cada una de las competencias críticas.
Debemos revisar pensamiento estratégico, orientación al logro, liderazgo de personas, manejo del cambio, colaboración, influencia y desarrollo de capacidades en otros. Si bien hay diccionarios de competencias más amplios, creo, por experiencia que estos nos dan una buena guía de que tan maduros estamos en estas que son las competencias críticas de un profesional.
Hecho de esta manera nos permite luego entrar a revisar aspectos adicionales de nuestra inteligencia emocional, de cómo ejercemos estas capacidades, de cómo nos paramos frente a diversos escenarios y cuales son los aspectos de nuestra personalidad que por momentos traicionan nuestras fortalezas.
Haga un buen assessment antes de comenzar. Conocerce mejor es el inicio de una etapa increible: la de exponernos tal cual somos y la de trabajar en aquellos aspectos que aún no hemos desarrollado.
Solo desde el entendimiento de nuestra realidad, vamos a ser capaces de fabricar elementos de mercado que la ofrezcan de manera veraz al mercado.