“No estoy en el mundo empresarial para ganar más dinero para mí. Patagonia existe para llevar a la práctica las recomendaciones que leí en los libros acerca de cómo evitar la destrucción del medio ambiente. Ésa es la razón por la que tengo una empresa: para intentar ‘limpiar’ nuestros propios procesos y para intentar influir sobre otras compañías a fin de que hagan lo correcto y sobre nuestros clientes a fin de que también ellos hagan lo correcto. Nosotros no vamos a cambiar. Si ellos no están de acuerdo, pueden comprar productos de otras marcas”
Yvon Chouinard, Fundador y CEO de Patagonia
En mayo del 2007, los conceptos de Yvon Chouinard, fundador de Patagonia, decantados en su libro Que mi Gente se Vaya a Hacer Surf, lo llevaron a la portada de Fortune, que calificó a Patagonia como “una empresa radical en la que todos los conceptos de administración han sido volteados de arriba abajo y de adentro hacia fuera”.
Tal vez fue el simple hecho de que Chouniard, más que un empresario (algo que por demás nunca se propuso), lo que realmente quiso fue solucionar un problema antes que inventarse un negocio rentable. Patagonia es el producto de su obsesión por hacer de este un mundo mejor, respetuoso con el medio ambiente, y desde ahí cada producto y cada proceso creado, estan 100% alineados con esta visión que han hecho de la empresa un referente de calidad en artículos deportivos que dejan utilidades por cerca de US$270MM.
En vez de productos de moda y poco duraderos, apostaron por calidad y durabilidad; algodón orgánico vs algodón tóxico; una clara obsesión hacia la protección del medio ambiente en todos sus procesos y proveedores; en vez de trabajadores alienados un ambiente sano y flexible de trabajo que alimente el placer de dar lo mejor de si mismo; en vez dejornadas extenuantes, una opción de vida real, de familia y ocio, ; en vez del concepto de trabajo-sacrificio, trabajo por placer y un mercadeo verde sincero y transparente.
Lo interesante del concepto, es que Chouniard ha logrado trasladar su visión por un mundo mejor, casi que al pie de la letra a su cultura interna, bien ajena a los conceptos tradicionales, producto de una ferrea convicción de que lo importante en Patagonia es atraer gente talentosa, apasionada por su visión y totalmente independiente.
En Patagonia pueden llevarse los niños al trabajo, o faltar sin temor cuando se está enfermo, o simplemente irse de pesca o a practicar surf si el día esta para ello. Patagonia paga un dolar extra a cada empleado que utilice un medio de transporte alternativo, la energia consumida es 100% eolica y hay dos meses de sueldo pagado para aquellos que deseen trabajar en asociaciones ambientales sin fines de lucro. Novecientas postulaciones por vacante hablan del poder de su visión a la hora de construir una marca empleadora de éxito.
“Como yo nunca había querido ser empresario, ahora necesitaba unas cuantas razones para serlo. Había una cosa que no quería cambiar, incluso aunque nos pusiéramos serios: el trabajo debía ser algo de lo que poder disfrutar a diario. Todos deseábamos poder venir a trabajar dispuestos a la acción y con ganas de subir las escaleras de dos en dos. Necesitábamos estar rodeados de amigos que pudieran vestirse como quisieran o ir descalzos. Necesitábamos también horarios flexibles para poder ir a hacer surf cuando las olas fueran buenas o esquiar la nieve en polvo después de una gran nevada, o quedarnos en casa si había que cuidar a un niño enfermo. Necesitábamos borrar los límites entre trabajo, juego y familia.”
Sin duda Chouinard y equipo no sólo son un claro referente de una empresa rentable y bien manejada, ajena a las presiones de la bolsa (nunca quisieron entrar en ella), y a un crecimiento desmedido que los desviara de su objetivo. Son por encima de todo un ejemplo increíble de consistencia y claridad empresarial ligada a valores superiores. Si se puede!.