L os Norte Americanos los llaman “DTO” (Discretionary Time Off) lo que en español sería “TDI” o Tiempo Discrecional Ilimitado que pareciera empezar a ser una realidad en Sillicon Valley para empresas como Netflix, Groupon, Virgin, Zappos, Prezi, o Zest.
Ayer Linkedin se subió a este grupo y en el comunicado de Pat Wadors, Vicepresidente Global de Talento, refuerza en su mensaje la idea de Linkedin de que parte central de su cultura organizacional se centra en el “Actúe como Propietario”, filosofía que han logrado permear a todas las capas de la organización y que esperan reforzar con esta nueva política.
A diferencia de Alemania, Reino Unido o Francia (país que primero legisló sobre las vacaciones pagas) que tienen en promedio tres semanas de vacaciones al año, en los Estados Unidos sólo el 77% de los trabajadores tienen vacaciones pagas promediando los 13 días al año. Estudios de Glassdoor muestran que en este mercado sólo el 25% de los empleados toman todas sus vacaciones, un 15% no toman vacaciones y lo que es peor 50% de los encuestados declararon hacer algún tipo de trabajo durante su tiempo de vacaciones.
El problema de nuevo lo está creando esta nueva generación de Millennials para los que “calentar asiento” no sólo es una total pérdida de tiempo sino sobre todo una gran ofensa a valores de confianza y empoderamiento que debería ser regla común en organizaciones que trabajan con “adultos responsables”. Ya habían peleado por beneficios como tiempo flexible, oficina en casa y códigos de vestido menos formales que se empiezan a popularizar, pareciera ser ahora el momento de revisar el tema de vacaciones.
A pesar de que grandes líderes gerenciales han asumido el reto de evangelizar sobre este nuevo rumbo, las teorías de Richard Branson en su libro “The Virgin Way” o de Netflix que lo entrega como política a cada empleado, parecieran ser saboteadas por la arraigada creencia de que la presencia física permanente e incansable es un valor en sí mismo.
Curiosamente la resistencia la generan millones de empleados que están saboteando esta política con el argumento de que a ellos todavía les pagan por estar “disponibles” y de que cierto tipo de habilidades como el trabajo en equipo, se entorpecen cuando se asumen estas políticas con algo de liberalidad por parte del empleado. A pesar de que la tecnología pareciera favorecer la comunicación y la productividad, la presencia física sigue primando en una cultura laboral en donde la flexibilidad en horarios y en vacaciones es de alguna manera castigada.
Crecimos en un mundo en donde el “Te ganaras el pan con el sudor de tu frente” se nos metió hasta la médula. Lo reforzaron las religiones desde el púlpito (algunas lo hicieron incluso eje de su modelo de Fé), lo instituyó nuestro sistema legal y lo reforzamos a diario en un modelo educativo que sigue construyendo hábitos alrededor de parámetros de poca o nula flexibilidad.
La semilla de la discordia se está sembrando desde organizaciones que tienen la capacidad de generar tendencia. La pregunta de fondo es si serán capaces de modificar cultura, algo en lo que el ser humano ha probado ser lento en su capacidad de reacción incluso cuando de lo que se trata es de tener más tiempo libre!.