“Cuando de Equipos se trata, menor es siempre mejor” Brad Smith, CEO de Intuit
En un reciente artículo: Asesinos de Cultura Organizacional, criticaba entre otros adefesios organizacionales, los famosos comités, como una pobre representación de una de las más llamativas y exigidas competencias organizacionales: El Trabajo En Equipo. No hay perfil en el mercado, junior o senior, técnico o gerencial, que no traiga dentro del recetario de competencias exigidas para el éxito al famoso Trabajo en equipo.
Lo interesante de la competencia, es que cuando ponemos juntos a todos esos maestros del trabajo en equipo, los proyectos y la toma de decisiones parecieran no funcionar. Por alguna extraña razón, la habilidad se diluye dentro de la inteligencia colectiva y genera una parálisis grupal que evidentemente resta valor a las organizaciones.
Después de 50 años de estudio del desempeño de equipos, Richard Hackman, investigador de Harvard, concluyó que de 4 a 6 es el tamaño ideal de miembros para un equipo, y que por ningún motivo un equipo debe superar la cifra mágica de 10 en donde los problemas interpersonales afloran generando importantes problemas de desempeño.
Los problemas afloran, dice Hackman, por que los equipos grandes le imponen a sus miembros una enorme “carga cognitiva”. La mayor parte de nosotros somos capaces de lidiar con 3 o 4 co equiperos, pero en la medida en que el grupo se crece, pasamos más tiempo tratándonos de adaptar a los estilos personales y a las tareas de coordinación, que a hacer la tarea como el proyecto demanda, con riesgos grandes de fallas en la comunicación y en corrección de errores que finalmente matan la cohesión.
El sicologo Americano George Miller, pionero en psicología cognitiva, ya había concluido que el número mágico era 7,por la sencilla razón de que nuestro cerebro es capaz de retener siete mas o menos dos en nuestra memoria de corto plazo. Ambos Miller y Hackman afirman que cuando retamos a nuestro cerebro con cifras de dos digitos, la carga cognitiva impone un peaje.
Estos hallazgos explican por ejemplo el por qué la reserva promedio de restaurantes en los Estados Unidos es para mesas de 4 personas. Si pensamos en la última vez que tuvimos que sentarnos en mesas grandes, de 10 a 15 personas, tenemos que aceptar que terminamos hablando con el de al lado, gritándole al de la esquina, con conversaciones desarticuladas y poco enganchadoras. y un grupo que termina partido en grupos menores.
Algunas organizaciones aprendieron de mala manera. El senador de los Estados Unidos James Webb, capitan retirado de la marina, cuenta como las unidades básicas de combate se redujeron de 12 a 4 miembros durante la segunda guerra mundial. Controlar a 12, especialmente en circunstancias de estrés y alta confusión, era altamente peligroso e ineficiente. En la marina, 4 sigue siendo el numero mágico, que es el mismo número que utiliza Mkinsey para sus proyectos: Un líder y 3 miembros. Como bien lo define Brad Smith, CEO de Intuit ” cuando de equipos de desarrollo se trata, ningún equipo puede ser más grande de aquel que podamos alimentar con dos Pizzas”.
Así que si su proyecto esta sufriendo de la parálisis propia de los equipos grandes donde la ineficiencia campea y el conflicto es el común denominador, acuérdese que tal vez es hora de restar o dividir.