Una vez se ha hecho un ejercicio profundo de valoración gerencial que, de la mano de un 360 bien hecho nos permita identificar a consciencia nuestras fortalezas y areas de oportunidad, debemos estar en capacidad de decantar la información de cara a dos ejercicios que generalmente se vuelven fundamentales para la fabricación de nuestro CV: el ejercicio de propósito que lo facilita un Canvas, y el ejercicio de rueda de valores que nos permite afinar nuestro modelo de valores y ajuste cultural.
El modelo Canvas fue creado por Alexander Osterwalder para plasmar modelos de negocio, y se utiliza para pasar de una idea a un proyecto que luego se convierte en un modelo empresarial. Es pues un modelo vivo que se va desarrollando y validando con el mercado y que se ajusta en la medida que surge nueva información y nueva retroalimentación, todo enfocado a construir una propuesta de valor novedosa y diferencial.
Lo interesante del modelo es su sencillez. Es un modelo dofa decantado, pulido y más completo que analiza todas las variables que inciden en una marca y en un proyecto /hay muchos modelos en la #google).Es por lo tanto 100% aplicable a nuestra marca, entendida esta como un proyecto que igualmente aporta valor al mercado, que es único y diferente a las demás, que tiene un historial validable con el mercado, y que tiene características de marca propias que tienen que ser comunicadas.
Al final del Canvas estamos en capacidad de vernos integralmente, con nuestras fortalezas, nuestros atributos únicos de valor, nuestras areas de desarrollo permitiendo finalmente entender nuestro propósito, afinando la tipología de organizaciones en las que quisieramos vernos en el futuro.
Terminado este ejercicio estamos en capacidad desde el cabal entendimiento de lo que somos, diseñar , a través de la rueda de valores,el escenario ideal en el cual quisieramos poder aportar nuestras capacidades.
La rueda de valores es un ejercicio sencillo pero muy potente. Se trata de definir cuales valores deben estar presentes y en que porcentaje en nuestro siguiente paso laboral. Aquí se entiende por valores, todos aquellos elementos que en este momento de nuestra carrera «valoramos» como escenciales: Compensación, desarrollo, tipo de industria, cultura interna, estilo de liderazgo, madurez de la empresa, cercanía a nuestro hogar, potencial de crecimiento, etc,..en fin todos aquellos elementos que quisieramos, de manera ideal, tenga la empresa para la cual queremos trabajar.
Todos tenemos preferencias diferentes y en proporciones únicas. Los momentos de vida y de carrera, nuestr estilo personal, la edad, etc, afectan nuestras preferencias y nos permiten idealizar de manera particular nuestro próximo paso.
Una vez decantado el ejercicio y asignados los procentajes, nos permite pasar por este tamiz de calificación a cualquier prospecto. Tanto de ofertas reales de mercado como de empresas que nos «suenan» como buenos sitios para trabajar. Este ejercicio es de un valor increible. Nos damos cuenta que muchas veces prospectamos empresas que califican mal en nuestra rueda y dejamos de lado nombres, a veces menos sonoros, pero que hacen un muy buen calce con los elementos que hoy valoramos.
Estos dos ejercicios, obligados en los procesos de coaching de marca personal, son la etapa previa a la construcción del curriculum que es el paso subsiguiente del que hablaremos mañana.