Ha pensado en renunciar?, después de todo, puede ser simplemente el acto de valentía que se necesita para abrazar sueños aplazados. Cuando se tiene una carrera exitosa como la de Pichette, CFO de Google y parte importante del éxito de crecimiento y consolidación del gigante tecnológico, renunciar es un paso más hacia la construcción de nuevos espacios de vida que en general aplazamos o claudicamos como ejecutivos, siempre en búsqueda de esa idílica “realización personal”.
Las reflexiones de Pichette son sin duda alentadoras porque frecuentemente la vida nos muestra opciones que nos encargamos de esquivar y para las que el ser humano siempre ha encontrado disculpas inteligentes. Pichette nos muestra que a veces no sólo se puede, sino que en algunos casos es simplemente necesario:
“Después de casi 7 años como Director Financiero, me retiraré de Google para pasar más tiempo con mi familia. Sí, ya sé que has oído eso antes. Le damos mucho a nuestros puestos de trabajo. Ciertamente lo hice. Y Si bien no estoy buscando simpatía, quiero compartir mi proceso de pensamiento, porque muchas personas luchan por encontrar el justo equilibrio entre el trabajo y la vida personal.
Esta historia comienza el otoño pasado. Una mañana muy temprano en septiembre pasado, después de toda una noche de escalada, mirando el amanecer en la cima de África – el Monte Kilimanjaro. Tamar (mi esposa) y yo no sólo estábamos disfrutando de la cumbre, sino que en un día tan claro, podiamos ver a lo lejos, la gran llanura del Serengeti a nuestros pies, y con él el llamado a todas las potenciales aventuras que tiene África para ofrecer.
Y Tamar de repente dijo: “Oye, ¿por qué no continuamos el viaje”. Vamos a explorar África y, a continuación, giramos hacia el este para hacer el camino a la India, que es justo al lado, y estamos aquí ya. Luego, seguimos adelante; el Himalaya, el Everest, ir a Bali, la Gran Barrera de Coral … Antártida, vamos a ver a la Antártida !? “Poco se imaginaba ella que estaba tentando el destino.
Recuerdo haberle dicho a Tamar un típica respuesta prudente de CFO- me encantaría seguir adelante, pero tenemos que volver. Todavía no es tiempo, Todavía hay mucho que hacer en Google, con mi carrera, mucha gente cuenta conmigo / con nosotros – Juntas, organizaciones sin animo de lucro, etc.
Pero luego ella hizo la pregunta del millon: Entonces cuando va a ser el tiempo correcto? Nuestro tiempo? Mi tiempo? Las preguntas sólo colgaban allí en el frio aire Africano.
Unas semanas más tarde, yo estaba feliz de nuevo en el trabajo, pero no podía quitarme de encima LA pregunta: ¿Cuándo será nuestro tiempo para seguir adelante? Y así comenzó una reflexión sobre mi / nuestra vida. A través de numerosas horas de ciclismo el pasado otoño (mi lugar feliz) llegué a la conclusión de algunas verdades simples y evidentes:
En primer lugar, los niños se han ido. Dos están en la universidad, uno graduado y en un emprendimiento en África. Jovenes adultos de los que estamos muy orgullosos. Tamar merece sinceramente la mayor parte del crédito aquí. Ella ha hecho un trabajo maravilloso. Simplemente maravilloso. Pero la realidad es que para Tamar y yo, no habrá más Cheerios incrustados en el minivan, ni vigilia de noche a causa de infecciones del oído, ni pistas de hockey sobre hielo a las 6:00 am. Nadie nos espera ni nos necesita.
En segundo lugar, estoy terminando este verano 25 o 30 años de trabajo sin parar (dependiendo de cómo cuente los datos). Y siendo miembro del FMIT, la noble Fraternidad Mundial de Inseguros triunfadores, ha sido un torbellino de experiencias realmente sorprendentes. Pero como lo cuento ahora, también ha sido un ritmo frenético para cerca de 1500 semanas. Siempre encima – incluso cuando ya no tenía que estar. Sobre todo cuando no se suponía que debía estar. Y soy culpable – Me encanta mi trabajo (todavia), mis colegas, mis amigos, las oportunidades de dirigir y cambiar el mundo.
En tercer lugar, este verano, Tamar y yo vamos a celebrar nuestro 25 aniversario. Cuando sus amigos les preguntan a nuestros hijos sobre el éxito de la longevidad de nuestro matrimonio, simplemente bromean que Tamar y yo hemos pasado tan poco tiempo juntos que “es realmente demasiado pronto para decir” si nuestro matrimonio, de hecho, va a tener éxito.
Si pudieran saber cuantos grandes recuerdos tenemos juntos. ¿Cuántos vas a decir? ¿Tienes tiempo? Pero una cosa es segura, quiero más. Y ella merece más. Mucho más.
Permítanme ahorrarles el resto de las verdades. Pero la respuesta corta es, simplemente, que no pude encontrar un buen argumento para decirle a Tamar que debemos esperar más para agarrar nuestras mochilas y salir a la carretera – celebrar nuestros ultimos 25 años juntos por dar vuelta la página y disfrutar de la crisis de la edad adulta llena de felicidad y belleza, y dejar la puerta abierta al azar para nuestras próximas oportunidades de liderazgo, una vez hayamos agotado nuestra larga lista de viajes y aventuras.
Trabajar en Google es un privilegio, nada menos. He trabajado con los mejores de los mejores, y se que me voy de Google dejandolo en las mejores manos. He hecho muchos amigos en Google. Larry, Sergey, Eric, gracias por la amistad. Estoy eternamente agradecido por dejarme ser yo, por su confianza, su calidez, su apoyo, y por tanta risa a través de los buenos y no tan buenos momentos.
Para ser claros, todavía estoy aquí. Me gustaría hacer la transición en los próximos meses, pero sólo después de que hayamos encontrado un nuevo CFO para Google y ayudarle a él / ella a través de una transición ordenada, que se llevará algún tiempo.
Al final, la vida es maravillosa, no obstante una serie de compensaciones entre los / esfuerzos profesionales de negocios y la familia / comunidad. Por suerte, siento que estoy en un punto en mi vida en donde ya no tengo que tomar esas dificiles decisiones. Y por eso estoy muy agradecido. Carpe Diem.” – Patrick Pichette