!Estudia!, No para saber una cosa más, sino para saberla mejor”
Seneca
Experiencia o Academia?. Que tanto valoramos los reclutadores ejecutivos las maestrías o especializaciones dentro del curriculum?; Que tanto las valora el sector corporativo?. Estas preguntas son frecuentes, sobre todo en aquellos que están a punto de tomar la decisión de invertir sus ahorros, o asumir un crédito para complementar su estructura académica en un proyecto de maestría o especialización.
En los Estados Unidos existe actualmente todo un movimiento social, con características de indignados, en contra de la educación superior de posgrado y las noticias hoy anuncian demandas de varios estudiantes a sus instituciones académicas por engaño, al no obtener los salarios esperados una vez graduados o lo que es peor, al no tener siquiera acceso al mercado laboral (claro que están en crisis no?).
La realidad sinembargo es que las maestrías, si bien hacen parte del check list de los perfiles corporativos (nos encanta ver una en el curriculum), si deberían ser parte de un análisis más profundo por que pueden ser engañosas:
1.Estamos empezando a ver una tendencia en las Universidades sobre todo en las más “afamadas”, en donde se diseña el curriculum de forma tal que a los estudiantes se les hace un “canje” de tesis vs maestría. En vez de presentar tesis y con algunos pesos de más, les permiten hacer parte del selecto grupo de los posgraduados invirtiendo un año más de su tiempo. En mi sentir:puro paisaje. Eso no agrega valor. La maestria como su nombre lo indica,es hacerse maestro en un area del conocimiento humano. Es tener la capacidad de profundizar, de compartir con otros experimentados candidatos a maestros que son en la práctica de los que más se aprende. Es llevar al límite su experiencia previa, retar sus prejuicios y exprimir la mente al límite en aras de hacerse un mejor profesional. El tema es que hay que ser previamente un profesional no?.
2. No nos digamos mentiras y creo que todos caemos dentro de esta barca: en general, salimos de la Universidad sabiendo muy poquito!!. Es la vida, el trabajo y nuestros jefes, a los que realmente les entregamos el reto de terminar de formarnos. La Universidad despierta pasiones, da una estructura básica, crea hábitos y genera redes de conocidos que serán sin duda muy útiles en nuestra posterior vida profesional;pero es en el trabajo en donde realmente aprendemos. Qué valor puede agregar el que a esa plataforma inicial se nos agregue un título más, cuando todavía no nos hemos fogueado en el mundo real?: ninguna. Salgan a la calle, úntense de realidad, pruébense así mismos, descubran lo que verdaderamente les apasiona, y ahí si, empiecen a pensar en ser maestros en algo.
3.La maestría debe desligarse en principio del retorno económico, nadie se lo va a garantizar. Al final,van a competir por el puesto con un grupo muy calificado de profesionales que a veces no tienen tanto pergamino académico, pero si la experiencia en el cargo.Salvo algunas pocas excepciones, el mercado se va a ir por la experiencia. La maestría es un diferenciador cuando frente a la misma experiencia se tiene además la academia, pero no al revés.
Dicho lo anterior y poniendo los pergaminos académicos en sus justas proporciones, sigo siendo un fan absoluto de la academia, llámese diplomado, especialización, maestría o doctorado, pero sólo cuando esta se hace en el momento y por las razones adecuadas. Como reclutador veo en los profesionales con profundización académica lo siguiente:
– A un ejecutivo inquieto intelectualmente que quiere profundizar, que no se quiere quedar en lo básico, que busca cuanto recurso haya en el mercado para ser mejor y complementar así su experiencia.
– A un ejecutivo con mayores recursos profesionales frente a la innovación. La academia da método, estructura y herramientas que una vez trasladadas al ámbito de trabajo,son sin duda útiles para el manejo de nuevos conceptos.
– A un ejecutivo con mayor capacidad, en general, para el trabajo en equipo. La academia de élite forza al individuo a trabajar con otros, enseña a escuchar.
– A un profesional con mayor disciplina. La academia es muy exigente en esfuerzo personal, en horas hombre invertidas generalmente en horarios por fuera del ciclo normal de trabajo. Lleva al límite la capacidad personal para equilibrar trabajo y reposo. Es muy exigente en organización personal.
– A un ejecutivo con mayores redes de contacto. El network que se construye en la academia es de un enorme valor para la vida profesional,sobre todo si se enriquece con profesionales de diferentes disciplinas.
– A un profesional más culto!. Como decía Séneca, no solo se sabe más, se sabe mejor. Hoy,en la economía del conocimiento, saber mejor hace una gran diferencia.
Por ahí dicen que la experiencia hace al maestro. Sigo creyendo que al final es la vida y la experiencia la que nos regala mayores herramientas frente a especializarnos en algún área del conocimiento. Los programas de profundización académica, son un enorme trampolín hacia ese objetivo, pero sin duda hay que saber escogerlas, hacerlo por razones de peso y hacerlas en el momento adecuado.