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L os Millennials ya son la generación más grande en el mercado laboral mundial. Lo anterior ha generado, por razones obvias (siempre ha sido así), una tensión importante con sus predecesores generacionales que hoy por primera vez en la historia del mercado corporativo, incluye tres generaciones adicionales: El de la generación Silenciosa (nacidos del 20 al 46), el del grupo de los Baby Boomers (46 al 65) que ya se están pensionando, y el de la generación X (60 a 80) que hoy se encuentran en cargos de comando y control.
Digo que esta tensión siempre ha existido porque lo mismo ocurrió hace 20 o 25 años que los X entraban al mercado laboral habiendo sido marcados por el consumismo, la llegada del internet, la caída del muro de Berlín y la aparición del sida (ni que decir de la violencia del narcotráfico en Colombia que nos marcó profundamente); o para ir un poco más lejos lo mismo pasó hace 40 con la entrada de los Baby Boomers , la generación de postguerra, que a su vez llegaron al mercado marcados por Vietnam, los Beatles, el jipismo , la libertad sexual y la llegada a la luna.
Cada generación trae su sello (sino pregúntele a sus papás con que jugaban o que música oían) y cada generación, y así debe ser, construye una serie de valores y define una forma de ver la vida que no sólo es nueva y diferente de la de sus antecesores sino que además muchas veces es por demás mejor.
Es sin duda el caso de los Millennials, la generación “Yo Yo Yo” según el Times, señalada por muchos empresarios por su falta de compromiso, su independencia, su adicción a las redes sociales y su irreverencia. “Niños consentidos” a la luz de muchos empresarios que no han logrado adaptarse ellos, ni adaptar sus organizaciones a los retos que impone el ágil, emprendedor, y digital mundo de estos “bichos raros”.
La realidad sin embargo, es que los Millennials no sólo son ya por número la generación que manda la parada y que se proyecta como los sucesores obvios de la generación X; son además aquellos introduciendo los grandes cambios estratégicos y de modelo de negocio en un mundo en donde todo daba espera y que hoy cuenta con un grupo enorme de empresarios jóvenes (sí, además son emprendedores) que están poniendo patas arriba al mundo corporativo.
El tema de fondo, en mi humilde criterio, no son los Millennials; el tema es que de la mano de la tecnología, llegó al mercado un grupo humano (al que nosotros criamos), que es de lejos como generación la más educada, de lejos la más informada, y por supuesto viene acompañada de una serie de habilidades que no sólo está centrada en sus dedos gordos, está sobre todo en su cabeza y en una forma de pensar que está forzando al mundo a que cambiemos en cuatro ámbitos que son fundamentales si queremos contar con ellos dentro de nuestras organizaciones: