E stoy hace 15 años en la industria del talento,recorrido en el que he visto cambios increibles y acelerados en la ecuación de poder entre empresa/trabajador de un lado y por el otro, en la forma en cómo el trabajo mismo empieza a modificar su escencia retando la creatividad de las organizaciones a las que cada vez les cuesta mas atraer y a las que cada vez les cuesta mas retender. Y la historia apenas comienza.
Estudios serios proyectan que el 25% de la población laboralmente activa será free-lance hacia el año 2025. La generación de los Millennials será en el mismo año mayoritaria en el entorno laboral, grupo humano que trae un ADN cultural bien diferente y que esta retando la forma en cómo las organizaciones se definen y estructuran para mantener el talento requerido para desarrollar su estrategia y cumplirle a los accionistas.
En este escenario de cambio que se empieza a gestar con fuerza, algunas reglas laborales cambiaran para siempre obligando el acelerado acomodamiento de generaciones empresariales que todavía creen que el momento de hacer el cambio no ha llegado:
– Del Viaje Diario a la Oficina al Trabajo Remoto: Sería sin duda la solución para ciudades como Bogotá que manejan el absurdo colectivo de migrar a diario, y a la misma hora, a oficinas que no aportan escenarios físicos diferentes a los que se pueden crear en entornos remotos o compartidos. Nueva York reporta más de 20.000 edificios de espacio compartido que no son nada diferente a oficinas dotadas con comunicación de última generación desde donde los trabajadores o contratistas se conectan (a pocas cuadras de su casa o de su próxima cita). Al “Home Office” se ha vuelto una alternativa, a veces una imposición si se quiere atraer a jovenes ejecutivos que ya no están dispuestos a perder una o dos horas de su día metidos en el transporte público.
– Del 9 a 5 al 7 por 24: El entorno laboral se empieza a mover hacia indicadores de gestión en donde lo importante no es la disponibilidad que garantizaba un horario fijo, sino el cumplimiento de proyectos concretos. La flexibilidad que esto implica y que ha logrado un mundo intercomunicado, tiene su contraprestación en mantenerse siempre y a toda hora “disponible”. Chequeamos el mail todos los días, a toda hora. La inmediatez de la respuesta se ha vuelto exigencia de parte de un mercado que no admite espera.
– Del Trabajo tiempo completo con Beneficios al de Free-Lancers por Proyectos: Un alto porcentaje de la fuerza laboral trabaja hoy bajo modalidades de agencia por tiempo o proyecto requerido. Si bien el 50% encuestado todavía encuentra este modelo riesgoso y estresante, la otra mitad lo encuentra liberador. Los modelos de Crowdsourcing alimentan esta tendencia. Se han tercerizado gran parte de las tareas de apoyo dejando sólo al interior de las organizaciones los procesos críticos. La habilidad pareciera estar transladándose hacia la capacidad de identificar en que lugar del mundo se encuentran las organizaciones capaces de asumir esta tercerización.
-Del Balance Trabajo-Vida a la Desaparición de la linea Divisoria: Vendemos nuestro talento, nuestro tiempo pero tambien nuestra disponibilidad. Esta última empieza a ser norma en un mercado que parecería tener alternativas a su servicio al alcance de un click. La fidelidad pareciera ser tema del pasado. Competimos contra el vecino, tambien lo hacemos contra talento en la otra esquina del mundo. No hay barreras, las geografías desaparecieron. Aquellos que no acomoden su modelo de vida queriendo defender su “balance” van a verse desplazados.
– Del Trabajo por la Plata al trabajo por Pasión, por una Causa: Esta nueva generación ya no quiere simplemente trabajar:quiere trascender. Quieren trabajar para visiones trascendentes, para causas que cambien para siempre la forma en como vivimos, en como nos interrelacionamos con el planeta. Quieren salvar el mundo de la destrucción. El nuevo mercadeo está alineado con hacer de la marca una causa que encienda la pasión ya no de empleados, de evangelizadores.
Aquellos que crean que todavía no es tiempo de hacer el ajuste simplemente están desconectados de un mercado de talento que pareciera haber modificado su visión del mundo, esta vez, de forma radical y sin concesiones.