Un reciente estudio realizado por Uri Simonsohn y Francesca Gino de Wharton y Harvard Business School respectivamente, sustenta la hipótesis de los que ellos llaman “agrupamiento reductivo” (narrow bracketing). Después de haber estudiado los resultados de más de 10 años de admisiones para MBAs, econtraron que los entrevistadores, no importa su nivel de experiencia, tienden a perder objetividad en la calificación después de haber entrevistado a varios candidatos de similares características de forma seguida.
Su tesis, tal como lo explica Art Markman de Psychology Today, sostiene que los entrevistadores, tienden inconscientemente a balancer su día, y cuando un entrevistador ve 3 o 4 candidatos en línea, empiezan a preocuparse de estar dando muy altas calificaciones. Así, cuando entra un nuevo candidato, estadísticamente hablando este recibiría una menor calificación, simplemente como esquema mental de balancear su día y evitar estar dando resultados que sean uniformemente altos frente a candidatos similares.
Poniéndolo en otras palabras, los entrevistadores podrían estar sufriendo de “sesgo de información”. Esta es la tendencia a favorecer la información que confirma las creencias o hipótesis propias. Como en materia del proceso de selección, la norma tiende a validar que, de varios candidatos entrevistados algunos no deberían cumplir con los estándares exigidos, el entrevistador tendería a aplicar esta “creencia”, descalificando algunos, simplemente para ratificar su teoría o su propia experiencia.
La hipótesis de Simonsohn y Gino podría complementarse con los estudios realizados por la Universidad de Israel sobre la “fatiga en las decisiones”. La Universidad le hizo seguimiento durante un año a mas de 1.100 decisiones de la corte, identificando que aquellos presos que llegaban temprano en la mañana, tenían una probabilidad del 70% de obtener libertad condicional, frente al 10% para aquellos juzgados en horas de la tarde. Parecería ser que nuestra energía para tomar decisiones no es una fuente inagotable, empujándonos a que en la tarde nuestras decisiones sean impulsivas.
Suficiente información para que como entrevistadores ajustemos nuestra agenda de la mañana como opción lógica para entrevistar varios candidatos (idealmente de procesos diferentes) y como candidatos presionar a ponerse de primeros en la agenda del entrevistador.