Lo que si rescatan la mayor parte de los historiadores, y lo señala Goodwin en su obra “Team of Rivals” (dicen que es la obra preferida de Obama), fue la enorme inteligencia de Lincoln para rodearse de rivales políticos. Como alguna vez diría Lyndon Johnson “los prefiero en mi tienda meando hacia afuera, que afuera de la tienda meando hacia adentro”.
Lincoln tuvo la audacia, el valor, pero sobre todo la convicción, de que su Gobierno, pero sobre todo el país, ganaría enormemente si su equipo lo conformaban talentos capaces de cuestionar sus ideas (vale la pena que nuestro alcalde Petro se lea su biografía). Su gran habilidad fué la de generar un clima en donde su equipo se sintiera libre de opinar, libre de estar en desacuerdo sin temer a las consecuencias.
Tal vez una de las más importantes características de su estilo de liderazgo era su capacidad para aprender sobre la marcha reconociendo sus errores. Lincoln afirmó “mi mayor preocupación no es si he fracasado, sino si estoy conforme con mi fracaso”. Su humildad ante el error lo llevo no sólo a asumirlos muchas veces, sino a actuar rápidamente frente a sus consecuencias.Su mayor grandeza fué no sólo la de compartir con su equipo los créditos de sus éxitos; fué sobre todo su capacidad para asumir el crédito por los errores de sus subordinados.
Sin duda uno de los grandes personajes de la historia. Su vida entera es una cátedra sobre las condiciones del buen líder. Sin embargo su capacidad para armar equipo trayendo el mejor talento, sin importar su credo, color político ni capacidad para debatir sus ideas, hacen su obra más grande.
Les recomiendo el libro: Team of Rivals de Doris Goodwin