“El pueblo que valora sus privilegios por encima de sus principios pronto pierde ambos” Dwight Eisenhower
Les tiene que estar pasando lo mismo que a mi: un estado enorme de confusión, una alta dosis de frustración, una duda métodica sobre la forma de operar de la democracia que nos tiene ad portas de elegir entre dos males por una razón, ya no ética (que nos forzaría al voto en blanco), sino práctica (que pesar), de optar por el menos pior como dicen en la tierra del Presidente.
Buen momento para reflexionar sobre liderazgo, y haciéndolo me encontré con un artículo de Manfred F.R Kets de Vries en Harvard Business Review en donde aborda la problemática de lo que el llama los Liderazgos Tóxicos, producto de desordenes de personalidad que terminan necesariamente creando organizaciones disfuncionales en donde, quienes operan bajo ese régimen, terminan sintiéndose desgraciados: Suena conocido?. Es factible que el problema de nuestro pobre liderazgo en Colombia tenga, simplemente, una explicación de tipo clínico. Estarán enfermos nuestros padres de la Patria?:
1. El Narcisista:Es una disfunción que se encuentra con frecuencia en altos niveles de las organizaciones.Personas que movidos por fantasías grandiosas sobre ellos mismos, demandan atención, persiguen el poder, y buscan el prestigio a cualquier precio. El líder narcisista es en general egoísta y desconsiderado. El narcisista inspira resentimiento de sus colaboradores o gobernados que se saben utilizados por sus deseos particulares para alcanzar el éxito. El Narcisista suele tomar decisiones arriesgadas sin aceptar consejos. Su mundo es un mundo binario de buenos y malos o de personas a favor y en contra, razón por la cual frecuentemente eliminan del camino a los pensadores independientes o a los que dudan en apoyarles.
2. El Maníaco – Depresivo: El líder bipolar es una persona volátil que en su fase maníaca derrocha una muy alta energía que puede incluso resultar altamente atractiva, pero cuya variación de conducta los puede llevar intempestivamente a tomar decisiones impulsivas y poco meditadas. En esta fase saltan de una idea a otra hacia planes poco realistas a veces grandiosos. Su sensación de invencibilidad los hace capaces de cualquier cosa, y una vez toman una decisión es prácticamente imposible llevarlos a reconsiderarla. Duermen poco, y por lo tanto comparten frecuentemente su insomnio con sus colaboradores a los que enloquecen con ideas maravillosas a las 2 de la mañana. Pueden pasar al letargo y la depresión fácilmente. El problema de este tipo de líder es que disfruta tanto su alto estado emocional cuando lo tiene, que frecuentemente se niega a aceptarlo y por lo tanto se niega a medicarse.
3. El Pasivo – Agresivo: Este personaje expresa frecuentemente pensamientos negativos y huye de la confrontación. Van por el mundo con una conducta acomodaticia que resulta obstructora de manera indirecta, producto generalmente de una infancia de deseos inhibidos y expresiones honestas reprimidas. Este personaje asiente a todo pero termina boicoteando las iniciativas con su falta de compromiso, llegando tarde, y buscando excusas.Hacen una gran cantidad de promesas pero nunca las cumplen. Hablan muy frecuentemente detrás de la espalda pero son difíciles de identificar por que la cubren frecuentemente con una sonrisa. En organizaciones jerárquicas, pueden recrear fácilmente su infancia reprimida exacerbando su problema.
4. El Desconectado Emocionalmente: Es el líder carente de sentimientos. Los psiquiatras le llaman a esto “alexithymia” que en su origen griego significa “no tener palabras para las emociones”. Se caracterizan por tener poca imaginación, un pensamiento literal, y una muy baja capacidad para interpretar las emociones de la gente que los rodea, que perciben por lo tanto como peligrosas o potencialmente incontrolables. Su incapacidad para motivar a los demás hace que en circunstancias u organizaciones demandantes de emocionalidad este tipo de líder no obtenga ningún tipo de respuesta. Son malos comunicadores y pésimos para manejar los imprevistos y las crisis dada su baja creatividad. Su baja capacidad para hacer amigos los hace solitarios y frecuentemente somatizan su soledad.
No se ustedes, pero después de analizar las teorías de Kets,me quedan pocas dudas de que nuestro líderes están simplemente enfermos. Lo estaremos también nosotros?