http://www.youtube.com/watch?v=6euZD9_B8cE
Seguramente no lo conocen. Su nombre es Vivek Ranadive, fundador de Tibco Software. Ranadive tiene una historia de éxito bien interesante. Nacido en Mumbai, soñó desde temprano con salir de su país y estudiar en MIT a donde finalmente logró acceder , habiendo convencido al Banco Central (que para entonces había cerrado los desembolsos para estudiar en el exterior) que le prestara sólo para un trimestre. Con US$100 dolares en el bolsillo llegó a USA en donde vive desde los 17 años.
Su historia empresarial incluye Teknokron, incubadora tecnológica que con US$250.000 iniciales dio los primeras bases de lo que en tecnología se conoce como un “software bus” (intercomunica diferentes plataformas). Su alianza con Goldman Sachs le permite desarrollar luego la plataforma de comercio que se volvió estándar en el sistema financiero y que es posteriormente comprada por Reuters. En 1997 funda Tibco Software que hoy con ingresos de US$920MM y 4.000 clientes es una de las plataformas de software más utilizadas para el manejo de información en tiempo real.
Hasta aquí la historia de esa minoría que con el privilegio de una inteligencia superior alcanzan el éxito a través de una fórmula ya conocida: innovación, pasión y emprendimiento.Lo que me impactó de su trayectoria sin embargo ( la cuenta Malcom Gladwell en su libro David y Goliath), fue como llegó a hacerse dueño de los Sacramento Kings y los Golden State Warriors, equipos de Basket de la NBA. Ranadive asumió el reto, sin haber tocado nunca una pelota de Basket (su deporte era el cricket) de hacerse coach del equipo de colegio de su hija. Lo hizo, dice él simplemente para compartir tiempo con ella, que era parte tal vez del peor equipo de la liga. Pues para hacer el cuento corto, lo llevo a ganar la liga nacional a través de una estrategia fundamentada 100% en un juego de alta presión (en el que uso sus algoritmos) que obligara al contrario a perder el balón aprovechando de esta manera a un par de jugadoras que según el eran las únicas capaces de meterla.
La estrategia, cuando está bien formulada, permite utilizar nuestro recursos de la manera más adecuada, permitiéndonos desmarcar a esos escasos talentos con los que a veces contamos. Pensar por fuera de la caja, que se ha vuelto un cliche en el mundo del management, no sólo es por momentos la solución ideal; a veces es la única solución con que contamos para darle espacio a nuestro equipo de estrellas para anotar. Depender de pocos talentos en la organización puede ser bien riesgoso; hacerlo sin una estrategia adecuada es una sentencia de muerte.