Recientemente le oí a Antonio Caballero una teoría bastante interesante, que viniendo de él, hombre de izquierda, fundador de la Revista Alternativa y crítico permanente de los Gobiernos de derecha, de centro,,, bueno , en general, de todos los Gobiernos, me dejó intrigado: “Los Partidos de Izquierda no deberían tener vocación de poder”.
Su argumento es más elaborado y creo que al final puede tener algo de razón. En general, dice Caballero, los partidos de izquierda deben ser los voceros de la oposición, de la crítica reflexiva, los defensores de la justicia social, los críticos de la permanente inequidad a la que nos han sometido los partidos tradicionales. Esa debería ser su función, casi que su única función , por que cuando, por cualquier razón, han llegado al poder, inmediatamente su discurso migra hacia un accionar en el que no cabe sino la disciplina ferrea, la coerción, la uniformidad, la limitación de las libertades, etc, ,…todos males, en general, que se le atribuyen a Gobiernos de derecha.
Ejemplos terminan siendo todos -traté de pensar en alguna excepción y creo no poder encontrarla-que hacen que la afirmación de Caballero deba ser considerada . Veamos el ejemplo Venezolano, que viene como anillo al dedo por que está en este mismo instante en total ebullición:
1. Paso: Un discurso social, equitativo, justo. El de devolverle a los descamisados, a los menos favorecidos, a los pobres, todos y cada una de los derechos que por siglos les fueron arrebatados por Gobiernos corruptos. Quien rebate ese argumento?,nadie;por la sencilla razón de que, al menos en America Latina, es cierto.
2. Paso: Se acompaña el discurso, con acciones de corte populista como las de agua, educación, transporte, gratis!, es decir subsidiado. Con los impuestos de los ricos (lo cual no está mal), con las utilidades de las empresas (las privadas via mas impuestos) y las públicas ( que al poco tiempo empiezan a ser todas via expropiación), administradas por los amigos del régimen que no tienen ningún tipo de preparación, pero que son leales al discurso. Estatización de la producción con la consabida quiebra del sector privado que sale corriendo, dejando una estela de desempleo que hay que seguir subsidiando, y quiebra del sector público que se queda sin impuestos.
3. Paso: Limitación no es la palabra: anulación completa de las libertades. Por lo menos de la mas “peligrosa”,la libertad de disentir. Cierre de los medios, persecución directa y expresa de los opositores del régimen, y señalamiento como delincuente a todo aquel que se atreva a oponerse a las bondades del sistema.
4.Paso: Compra masiva de votos. Se disfraza de democracia a la corruptela oficialista, capaz de comprar por cualquier medio, o de amedrentar en caso contrario, a una población que ya venía acostumbrada por los partidos tradicionales a que en América Latina, votar, era una simple transacción. Que mas da esta vez hacerlo por alguien de camisa roja!.
5. Paso: Uso de las armas como único medio para detener la tromba, esa cada vez mas grande, de gente que alguna vez creyó, pero que no le puede dar la espalda a una realidad en donde lo que se vendió como Justicia Social, se convirtió en la mayor de las tiranías. Caos total!!. Quiebra masiva del sistema, migración de todo el talento.
Me debo estar saltando una gran cantidad de pasos, lo sé. Pero el espectáculo sembrado por el Chavismo, ese que hoy tiñe las calles hermanas de sangre joven, fue la crónica de una muerte anunciada, una novela escrita con sangre, y sembrada en el jardín de unos partidos miopes que por siglos explotaron a su pueblo. La Venezuela de hoy no es distinta a la Bogotá de Petro, ni a la Cuba de Castro, ni a la Rusia de Stalin, solamente en estadios de desarrollo diferentes, todos con un futuro escrito en tinta roja y defendido al final como parecería ser que termina siempre la izquierda defendiendo sus ideas: Con las armas.