Spencer Stuart, firma de la que soy socio hace ya 9 años, cumple 25 años de operación en Colombia. Momento que marca un hito de celebración para nosotros como empresa, pero que permite además, hacer un pare en el camino para recordar, para reflexionar, y para hacer algo de futurología frente a nuestra estrategia de cara a las realidades del mercado.
Mi vida profesional en consultoria de talento y liderazgo coincide casi que milimétricamente con estos veinticincos años, y, cuando hago memoria, no puedo sino revisar con sorpresa y emoción la gran cantidad de cambios que nuestra industria ha sufrido producto de las transformaciones que se han dado en el mercado y en el país que son multiples y extraordinarias:
- Tal vez el primero que quisiera resaltar es la concepción y la importancia del talento en la estrategia organizacional. Hace 25 años, que coinciden con el proceso 8.000, sin duda una de las más grande crisis nacionales,el periódico el tiempo titulaba: “El gran fracaso de samper” para señalar cifras de desempleo del 15.8%, un record en el país hasta entonces nunca antes visto. En ese entorno, el “recurso humano ” como se le llamaba entonces, era un comodity, muy abajo en la escala de prioridades organizacionales. Hoy, un cuarto de siglo después, el talento está en el centro de la estrategia, y su atracción y desarrollo preocupación constante de las empresas que han entendido que su viabilidad y crecimiento está íntimamente ligado a contar con líderes y equipos extraordinarios.
- El segundo gran cambio, se ha dado de cara a los líderes que desde entonces empezaron a desarrollar las estrategias de talento al interior de las organizaciones y de la preocupación de estas por adecuar las estructuras y los organigramas para rescatar su relevancia. Hace 25 años, la gestión de talento era parte de un tercer nivel organizacional, gerenciado casi que exclusivamente por abogados,hombres, con experiencia sindical y en relaciones industriales, en una dinámica de blindaje y de poco diálogo con los empleados con los que frecuentemente había enfrentamientos. Hoy la vicepresidencia de talento y desarrollo, frecuentemente lideradas por mujeres y que ha vinculado profesionales de todas las areas y disciplinas, hace parte fundamental de la estrategia, con asiento privilegiado en el comité directivo y una obsesión clara porque el buen buen talento sea parte medular del crecimiento.
- Hace 25 años, la ecuación de equilibrio entre empleado y empresa era totalmente desigual. La empleabilidad y el crecimiento de los individuos estaba ciento porciento ligada a su capacidad para construir logros en la empresa que era la encargada de patrocinar su ascenso, su desarrtollo profesional y su éxito económico. Hoy, el individuo ha ganado, a través de multiples herramientas que lo visibilizan, capacidad para hacer gestión directa de su marca personal, control de su carrera, y espacios de interacción con el mercado más allá de los íntimos de su organización, ganando libertad de movimiento y un espacio de equilibrio frente a las oportunidades que le ofrece su organización.
- Hace 25 años, sobre todo en nuestro país que padecía fruto de diversos pecados historicos de un tremendo aislacionismo, la globalización no era parte de nuestra agenda y por lo tanto acudiamos siempre a un talento local que rara vez había tenido la oportunidad de desarrollarse con prácticas y técnicas globales. Hoy, el mundo se ha hecho pequeño, la movilidad es la carta de intercambio común en el mercado, el Colombiano ha salido a capacitarse y a trabajar con éxito en el extranjero y hemos aprendido como sociedad a integrar talento de otras geografías enriqueciendo nuestra cultura, e integrando mejores prácticas construidas en otras latitudes.
- Hace 25 años, equidad, diversidad e inclusion no hacian parte del lenguaje organizacional. Era un mundo sin una agenda que le diera visibilidad a las minorias, gobernado por pocos, para pocos, y una clara división entre el mundo de lo político y lo empresarial, que rara vez se inmiscuia en la discución de política pública y justicia social. Hoy, vemos a una empresa activa en este campo, jugada por la construcción de país, lider en la discusión de lo público y activista en las causas de equidad,diversidad e inclusión como parte central de la estategia corporativa que busca impactar más allá de sus accionistas como arquitecto y ejecutor de las políticas de movilidad y justicia social como debe ser.
- Hace 25 años el término cultura organizacional era borroso en el mejor de los casos y pocas veces tenido en cuenta como un factor importante a la hora de atraer profesionales. Hoy, después de que Drucker hubiera vendido la idea de que: la “cultura se come a la estrategia al desayuno”, diagnosticar cultura se ha vuelto una ciencia, hacerla parte importante de los procesos de reclutamiento más que una moda una necesidad, e identificar individuos con capacidad de ayudar a transformarla parte central de la discusión que nutre los procesos de atracción.
- Hace 25 años era impensable que en un entorno de oficina compartieran espacio, más de dos generaciones al mismo tiempo. Hoy, gracias al impacto que la ciencia y el desarrollo social ha tenido en la longevidad del ser humano, vemos a baby boomers, generacion X, Millennials y generacion z compartiendo el espacio organizacional y enriqueciendo la dinámica de crecimiento de las empresas con los retos que significa que trabajen juntos armónicamente, pero con la maravilla que significa el aprendizaje cruzado y el respeto que se tienen unos a otros.
- Hace 25 años las juntas directivas, ese espacio cualificado en donde se define la estgrategia organizacional era, con muy pocas excepciones, un club de amigos. Un espacio para cumplir sin mucha metodología, con los requerimientos que la ley exigía. Hoy, las prácticas de gobierno corporativo se han enriquecido no solo con una gran diversidad de talento local y extranjero de conocimienjto especializado, sino que se han incorporado dinámicas que hace de las mesas directivas el espacio idoneo para pensar y diseñar el futuro, co-crear la estrategia y apoyar la ejecución.
- Hace 25 años, el trabajo virtual, impulsado recientemente por la pandemia y apalancado en los avances tecnológicos era, simplemente, una utopía. Hoy, la virtualidad y el trabajo flexible no solo se imponen como norma que racionaliza entre otras la tragedia que es transportarse en estas ciudades, sino que a la vez van en linea con la discusión tan de moda en la actualidad de la reducción de la jornada laboral, y la productividad en paises tan madrugadores como el nuestro lo cual no deja de ser una contradicción.
- Hace 25 años, nuestro oficio, era el de caza talentos (nombre bien antípático por demás). Era un negocio naciente en el país, de pocas firmas, en donde la promesa de valor era de acceso, de identificación de los potenciales candidatas y candidatos apalancados en una sólida base de datos que era nuestro principal activo. Hoy, nuestro negocio es de consultoria integral en toda la cadena de valor de talento para las organizaciones. Reclutamiento ejecutivo es solo parte de una serie amplia de servicios en donde valorar, desarrollar, armar y acompañar equipos, hacer coaching, diagnosticar cultura, resideñar estructuras, acompañar procesos de cambio y servir de mentores en los procesos de llegada de ejecutivos de primer nivel enriquecen nuestra narrativa y consolidan una firma que ha crecido año a año por 25 años sin excepción.
Sin duda un cuarto de siglo fascinante, de cambios profundos a nivel social que han incidido en la forma en como hacemos negocios, como vemos el mundo, como nos comportamos y como hemos aprendido a entender el cambio como una realidad continua que estimula la creatividad y nos confronta a diario con nuestro sistema de creencias.
Vienen cambios enormes: Inteligencia artificial aplicada al trabajo; la evolución de la llamada “economia gig” de trabajos transitorios y alternos; la transparencia organizacional apalancada en herramientas como Glassdoor (puerta de vidrio) que revela sin tapujos las realidades internas de cada empresa en términos de cultura;la movilidad y trabajo remoto como norma; y un sistema educativo y universitario que ya hace esfuerzos descomunales para alcanzar el ritmo con el que el mercado empieza a revaluar la certificación y a poner al alcance del individuo educación gratuita de gran calidad que transfiere al individuo la responsabilidad de habilitar sus conocimientos.
Ha sido un viaje increible. Sin duda no tan fascinante, creo, como el que se viene. Esperamos todos por el bien del país sea el que sigue, un cuarto de siglo en donde los avances nos permitan a todos sentirnos orgullosos de los logros, los cambios sociales y los avances en el espacio empresarial. Esperamos seguir siendo parte del equipo de arquitectos que ayude en la construcción de una mejor Colombia.