E l mundo laboral, para la gran mayoría de los mortales, inició producto más del azar que de una consciente y planificada actividad de búsqueda. He hecho esta encuesta más de mil veces y con unas muy pocas excepciones, las primeras experiencias nacieron de la recomendación de un familiar, de un amigo de la familia o de un profesor.
Por supuesto que hago parte de esa generación X que creció y se insertó en el mercado sin la ayuda de una sola red social que para entonces no existía, y sin la ayuda de las demás herramientas que vino a ofrecer Internet, de las que entonces también carecíamos.
En estos cortos veinticinco años que han pasado desde entonces el mundo laboral ha sufrido dos grandes cambios: el primero de tipo socio-económico y el segundo de tipo tecnológico.
La primera realidad que cambió de manera drástica, es que a diferencia de nuestra generación que planificaba de alguna manera carreras de largo plazo atadas a una o pocas empresas, la generación que nos sucedió, la de los Millennials, viene con el chip del cambio permanente que implicará que para los 30 años la mayor parte de ustedes hayan cambiado ya cuatro veces de empleador.
La segunda realidad, que vino acompañada de la disrupción tecnológica, y de las herramientas que han nacido con esta (linkedin, etc), es que por primera vez en la historia el candidato es ahora dueño de la administración de su “marca personal”, término también nuevo, que nace con la era de las redes y que le entrega la posibilidad, pero también la responsabilidad al individuo de hacerse visible en este vasto y bien competido mundo laboral.
Lo anterior, si bien no saca el azar de la ecuación, tiene serias implicaciones para todos aquellos que como nos sucedió a nosotros salíamos bien perdidos de la Universidad. Esa realidad, por años que hayan pasado, no ha cambiado de manera sustancial. La mayor parte de la gente sale con un título que habla todavía poco de nuestras habilidades, y habla menos de nuestros intereses reales. Si bien las Universidades también se han sofisticado, incluyendo pasantías (no existían entonces) y ferias laborales como parte de sus herramientas de ayuda, muchos las usan por descarte sin que necesariamente hagan parte de un proceso juicioso de reflexión y análisis.
La mala noticia (siempre hay una), es que el mundo laboral es cada vez más competido exigiendo cada vez más y mejores calidades en sus graduandos. La buena noticia, es que a diferencia de nuestra generación, las reglas están más claras y abundan las herramientas para hacerse visible y direccionar la búsqueda. Estas son algunas de las maravillas y posibilidades que brida el siglo XXI:
Usted es el responsable de la elección: Toda, absolutamente toda la información sobre el mundo laboral está a su alcance, no buscarla es simplemente negligencia. Ni todas las empresas son para usted ni usted para todas las empresas. El tamaño, la industria, el tipo de estructura societaria, la cultura interna, el momento organizacional, la estrategia, etc están hoy a su alcance y brindan experiencias laborales diferentes. En general los consumidores laborales sabemos poco de lo que realmente se cocina por dentro, pero hoy es muy fácil llegar a la fuente. Empiece por las obvias páginas corporativas, pero las fuentes son inagotables. Glassdoor es una buena fuente de información sobre cultura interna pero nada mejor que tener contacto directo con sus empleados para entender lo que pasa por dentro y el tipo de carrera que ofrecen.
Hágase Visible: Una buena Universidad ayuda, tener buenas notas por supuesto y las actividades paralelas desarrolladas a lo largo de su carrera también (todo lo mira un reclutador) pero no son suficiente. Hay que diferenciarse del montón en términos de visibilidad y en este mundo de redes la palanca para hacerlo es tener un buen uso de las mismas. Sugiero la construcción de su sitio web (wordpress o Weebly ayudan y dejan un rastro sólido) o iniciarse en el mundo del Bloggeo si le gusta escribir, pero mientras profundiza en estas que la verdad son muy sencillas, cree su hoja de vida en Linkedin que es hoy de lejos la plataforma más utilizada incluso desde que usted está de estudiante. Linkedin lo inserta en el mundo laboral, le permite entrar en grupos de especialidad, seguir a mentores, leer artículos de interés y hacer seguimiento de las empresas de su preferencia. Miles de pasantías y primeros empleos se anuncian a diario.
Sea Disciplinado y Arriesgado: Conseguir trabajo es un trabajo en sí mismo. No lo deje para el final. Identifique su lista de prospectos, pavimente su llegada a ejecutivos de la organización que le sirvan de megáfono interno y empiece a contactarlos. Linkedin va a servirle de plataforma de contacto: está a un click de distancia. Lo demás es persistencia. La idea es empezar a construir contactos a quienes pueda trasmitirles su interés, usarlos como mentores para conseguir información e ideas sobre su industria y su empresa, y pedirles permiso para usarlos como fuente de contactos adicionales. Una buena historia, adobada por un genuino interés de entrar en una empresa o industria determinada, es de lejos el mejor camino para empezar a construir oportunidades. Se va a sorprender de cuan generosa y útil es la gente cuando se les aborda por el camino adecuado.