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“En la era digital, el poder de su marca personal amerita una consciente y profesional administración de la misma. Desaprovechar las ventajas y el acceso al mercado laboral que le da Linkedin sería de una gran torpeza”
U no de los cambios monumentales que ha sufrido mi industria, la del reclutamiento ejecutivo, tiene que ver con la visibilidad de los candidatos. Hasta hace unos pocos años, el “head hunter” era casi que la fuente obligatoria, casi la única, a la cual tenía que acudir el mercado en búsqueda de talento sino se quería poner un aviso de prensa y llenarse de curriculums de forma masiva con el desgaste que esto implicaba.
Por el lado del candidato, y a la inversa, ser cercano a un reclutador ejecutivo era por lo mismo la estrategia adecuada, si uno quería que se le llamara a participar en un proceso y de esta manera abrirse camino a posibilidades de cambio o proyección en el mercado.
En mayo del 2003 esta realidad de mercado empezó a cambiar con el nacimiento de Linkedin, la mayor red profesional del mundo. Hoy se calcula tiene cerca de 340 millones de usuarios, más de 187 millones de visitantes únicos al mes, presencia en 200 países en 20 lenguas, más de 3 millones de empresas registradas y es responsable por el 45% de los negocios B2B del mercado.
Sin duda se convirtió en una fuente obligada de información para el sector corporativo que la utiliza a diario para visibilizar talento, sobre todo de gerencia media; sin embargo para mi la magia de esta plataforma, es que invirtió la ecuación de poder del mercado laboral que siempre estuvo del lado de quien empleaba y por primera vez empieza a migrar del lado de quien busca trabajo. En otras palabras le permitió al profesional gerenciar su marca personal, administrar su red de contactos, hacer seguimiento de empresas potenciales y mantener vigente su conocimiento de industria a través de contenido especializado.
Linkedin, bien administrado, da acceso inmediato a un porcentaje importante de los cuadros directivos de las empresas, y por lo tanto permite, a la distancia de un click, venderse de manera directa cuando se está pensando en cambiar o se tiene interés en construir relaciones más allá del ámbito directo de nuestro propio escenario laboral.
Mucha gente sin embargo maneja de manera equivocada esta herramienta. La mayoría la utiliza como vehículo para “colgar” su hoja de vida, a la espera de que por la magia de los algoritmos, nuestro título actual haga match con la búsqueda que del otro lado está haciendo el reclutador interno de una empresa. Linkedin es amigable, es fácil de usar, pero como todo en la vida sacarle su mayor potencial tiene algunos trucos:
En la era digital, el poder de su marca personal amerita una consciente y profesional administración de la misma. Desaprovechar las ventajas y el acceso al mercado laboral que le da Linkedin sería de una gran torpeza.